Hogar es donde uno baila, cose y establece comunidad

Angelina Zavala está en su hogar, sentada en el recibidor de Casitas de Villa Corona. Es jueves, pero Angelina ya está pensando en la tarde del domingo, porque ella va a bailar al Royal Palace los domingos por la tarde, sin importarle dos operaciones de reemplazo de rodillas.

“Me gusta bailar: nos dice esta mujer de 81 años.  «Me gusta la música especialmente el género Tejano.»

Angelina se para del sillón y empieza a imitar a una de las parejas asiduas al Royal Palace y nos dice moviendo los pies hacia adelante, “hay una dama que baila con su andador y un hombre baila polca él solo.»  Angelina continua haciendo piruetas con gracia, levantando el brazo izquierdo mientras su brazo derecho se coloca en la espalda de un caballero imaginario.

En un sillón frente a ella, su vecino Pete con su enfermera se ríen de las ocurrencias de Angelina, mientras ella se sienta nuevamente, complacida por su actuación y feliz de estar en Casitas.

Nos dice mientras mira alrededor del recibidor, «este es mi hogar.  Hogar dulce hogar.»

Su primer hogar fue en el pueblo de Brownfield al oeste de Tejas.  Sus padres, trabajadores migrantes, mudaron a la familia a San Antonio en 1945.  Se casó y se mudó a Chicago y después de 22 años seguía pensando que era demasiado frío. Se mudó nuevamente a San Antonio en 1984. Mientras tanto tuvo 5 hijos y ahora tiene 12 nietos y 5 bisnietos.  Angelina trabajó como cocinera y panadera en la Base Aérea Kelly y posteriormente como cocinera en el Hospital Christus Santa Rosa, para posteriormente jubilarse a los 62 años.

Aquí en Casitas, se le conoce como «la Dama Spurs»  por su afición al equipo con los colores plata y negro.  Angelina nos comenta “Estoy enterada del horario de cada juego y los veo todos. Les digo a las personas que si tienen una emergencia llamen al 911.» Aunque no se pueda llamarle a Angelina en una emergencia durante un juego de los Spurs, ella es una parte fundamental de esta comunidad tan unida en Casitas.

“Todas las personas aquí son amigables. Nos ayudamos unos a otros.»

Angelina continua charlando y nos comenta, «coso, hago composturas de ropa y cocino para otras personas, también las llevo en mi coche a donde necesiten ir.  Aquí tenemos mucho que hacer, jardinería, el sendero para caminar, entrega de productos básicos y Comida sobre Ruedas.  Si alguien necesita una ayudante o una enfermera, aquí te ayudan a conseguirla.»

La jardinería es la actividad más calmada para Angelina, quien nos dice, «me gusta estar activa e ir a todos los lugares.»  Pero la costura es su pasión, su don y su terapia.

Ella diseña y cose artículos de recuerdo de los Spurs, tales como sombreros, cojines y delantales.  También cose edredones.  Hizo un edredón especial para su bisnieta de 14 años, con la que quiere adornen su féretro, pero nos indica que falta mucho tiempo para féretros y funerales.

Angelina nos dice “estoy viejecita, pero no muerta.” A lo que su vecino Pete añade, «exacto, tú diles.»  Y ella nos comparte que «cuando ya no pueda cuidarme a mi misma, me iré a un asilo para ser la directora de actividades y los voy a dejar jugar Lotería.» Y creemos que Angelina sería una directora de actividades muy activa.

Lo que no es factible es que Angelina vaya a dejar Casitas de Villa Corona.  Sentándose nuevamente y sonriendo nos dice, «este es mi hogar.»